Curva de Hubbert

En los años 50 del siglo pasado, el científico estadounidense M. King Hubbert demostró que la evolución que experimenta la explotación de cualquier pozo petrolífero sigue una curva en forma de campana, llamada por ello “curva de Hubbert”. Esto significa que, si bien al iniciarse la explotación, la producción de petróleo aumenta rápidamente, de forma que se puede extraer cada vez mayor cantidad con muy poco esfuerzo, a medida que va pasando el tiempo el aumento de la producción va perdiendo fuerza, hasta que se alcanza un máximo a partir del cual la producción comienza su declive hasta el agotamiento del pozo. En el tramo ascendente de la curva de Hubbert (antes de llegar al máximo), el petróleo es abundante, de buena calidad y fácil de extraer, pero en el tramo descendente cada vez es más escaso, costoso de extraer, de peor calidad y de menor pureza. El cenit del petróleo es el término que se aplica a la parte superior de la campana de Hubbert, es decir, al tramo en el que se logra la máxima producción, y se alcanza cuando se ha extraído aproximadamente la mitad del petróleo existente inicialmente.

Si la evolución de la producción de cualquier pozo petrolífero muestra una curva en forma de campana, lógicamente, si se suman las producciones de varios de ellos la curva que se obtiene tiene también una forma similar. Esto significa que la producción de cualquier yacimiento, país productor o la mundial en su conjunto también presentan una evolución en forma de campana. Conociendo este hecho, y aplicando una serie de cálculos matemáticos, Hubbert dedujo en 1956, con notable precisión, que el cenit de la producción de petróleo de EE. UU., que entonces era el mayor productor de crudo del planeta, se alcanzaría aproximadamente en 1970. Para la producción mundial, Hubbert estimó que el cenit tendría lugar al finales del s XX o principios del siglo XXI, y demostró también que si las reservas mundiales superasen en vez y media a las que el consideraba más probables, el cenit mundial se retrasaría sólo ocho años. Numerosos estudios han venido verificando la validez de los resultados de Hubbert y muestran que ya se ha consumido aproximadamente la mitad de las reservas iniciales, lo que indica que estamos en los años del cenit de la producción mundial de petróleo.

Así pues, aunque se estima que al ritmo de consumo actual queda petróleo para unos 40 años, el desafío más inminente al que se enfrenta la sociedad de principios del siglo XXI es el que supone alcanzar el máximo de la producción mundial de petróleo y entrar en el declive de su producción. El descenso de la oferta mundial de “oro negro”, en el contexto de creciente demanda, unido a la fuerte dependencia existente hoy en día, y sin otras alternativas energéticas que puedan reemplazar a corto plazo la gran cantidad de energía que proporciona, puede abrir una brecha entre la demanda y la oferta que se vaya haciendo cada vez más profunda, lo que puede llevar a desabastecimientos en los mercados internacionales y a una subida de los precios del crudo. El encarecimiento de la energía puede generar procesos inflacionarios que se extiendan a todos los sectores económicos y tener impactos imprevisibles sobre las economías de todos los países, lo que puede poner en riesgo el equilibrio del sistema financiero internacional y desencadenar intensas crisis sociales.
Proyeccion de la produccion mundial de petroleo realizada por Hubber en 1971  y publicada en Scientific American


Tomado de: http://www.crisisenergetica.org/staticpages/index.php?page=200509171321310
English Portuguese German Spain Italian French Dutch Russian Japanese Arabic Chinese Simplified

Introduzca su Email: